dimecres, 17 de març del 2010

dissabte, 8 de novembre del 2008

Dicen que la historia es un rollo. Tal vez sea cierta la afirmación si tenemos en cuenta que muchas veces los mismos profesores vivimos anclados en el pasado de la enseñanza. ¿Será deformación profesional?

Nuevas tecnologías nos invaden: pizarra digital, power point, blogs, webquest... ¿Pero las usamos o sólo las conocemos por el nombre? Muchas veces las dificultad está en ponerlas en práctica, falta de recursos o de tiempo. Olvidamos tambien que cosas sencillas pueden ayudarnos a explicar algunos aspectos de la historia y sólo son necesarias las ganas, por parte de todos (alumnos y profesores). No es necesario pues grandes novedades tecnológicas para que les interese esta materia.

Quisiera con este blog poner un poco en conocimiento tanto de profesores como padres y alumnos algunas cosas que he ido poniendo en práctica en este mi primer año de enseñanza. Algunas han funcionado, otras no tanto y de los errores se aprende. Debo explicar primero, pues, que no soy partidaria de la historia marxista y política como se ha venido explicando siempre y que pretenden los currículums que sigamos impartiendo. Para mí, la historia no es sólo una lista interminable de nombres y fechas, si bien es ciero que es necesario un contexto político y económico, yo en mis clases trato de centrame más en una historia social, de ahí que la mayoría de situaciones que relataré vayan dirigidas en este sentido.

No voy a entrar en los interminables debates de porque hay que motivar o no aun alumno, en mi caso puedo decir que yo misma me motivo a hacer cosas a menudio dfifíciles de poner en práctica. Son carácteres está claro y yo no puedo ponerme a declamar sobre el feudalismo ante 25 aburridos alumnos que acaban decidiendo que es más entretenido hablar con el compañero de tres filas atrás o tirar gomitas al empollón de la clase.

El problema de las actividades que aquí presento es que luego los alumnos creen que todos los días son fiesta.